¡Termina un mandato de lucha y vindicación: cuatro años de trabajo incansable en defensa de la plantilla de Baleares!
Durante estos cuatro años de mandato, los representantes de UOB han tenido un solo norte, una sola guía: la defensa de los derechos laborales. Esta tarea no tiene caducidad ni puede tener freno. ¡Hay mucho trabajo empezado y mucho por hacer! En cualquier caso, modestamente y sin triunfalismos, nos sentimos con el deber cumplido. Hemos hecho y queremos seguir haciendo todo lo posible para defender y proteger a las personas, y a las familias que dependen de ellas. ¡La plantilla, nuestra razón de ser, se lo merece! A ella nos debemos y a ella brinda todo el trabajo (lo que se ve, y lo que no) nuestro sindicato. Ahora, corresponde a la plantilla de las Islas Baleares decidir a quién hace confianza, con su voto, en las elecciones del miércoles, 30 de noviembre.
Debemos hacer mención especial del capítulo de gestión de la COVID, tanto en el CESS de Bankia, como después en el CUSSL de CaixaBank, donde todos los sindicatos aparcaron diferencias con el objetivo común de maximizar la protección de la plantilla en el marco de la pandemia. La misma unidad debería haber habido, también, en el ámbito laboral estricto, ¡y no ha sido el caso, especialmente después del ERE!
Otro punto a destacar es la ayuda que el sindicato ha podido prestar a sus afiliados en la formación acreditativa en MIFID y LCCI, a través de cursos homologados. Esto fue muy importante en la etapa Bankia, cuyo objetivo era acreditar a todos los profesionales. En cualquier caso, los cursos permanecen, todavía, a disposición para todo aquel que los necesite.
También debemos destacar el trabajo llevado a cabo por la UOB en el marco de vigilancia de la fusión y, después, del ERE, con el que muchos compañeros y compañeras se han podido desvincular de forma voluntaria – al igual que pasó con el ERE de Bankia en Baleares – y sin descalabros socioeconómicos. Como es sabido, UOB no deja a nadie atrás, por lo que el sindicato mantiene unas tasas de afiliación que son un caso singular en todo el sector. En todos estos puntos, ha sido muy importante la presencia en los medios de comunicación, siempre que estos nos han requerido para informar de lo que ocurría en la empresa, ya fuera en Sa Nostra, BMN, Bankia o, últimamente, en CaixaBank.
También queremos destacar el trabajo que el sindicato ha llevado a cabo en la explicación tanto del ERE como del nuevo marco laboral – el ALI y las condiciones CaixaBank, en general – a todo el mundo que lo ha necesitado, tanto de forma colectiva (webinares en vivo y en directo, y no enlatados) como individual, resolviendo más consultas que nunca a través de los canales de contacto con el sindicato: teléfono, correo, WhatsApp, circulares, visitas…
Asimismo, no podemos obviar mencionar nuestros comunicados sindicales (tanto en Bankia como en CaixaBank) contra la presión comercial, cada vez más asfixiante, los abusos de autoridad, el exceso de reuniones, vulneración de horas de familia, el empacho de Teams y otros síntomas de reunionitis, la despersonalización y deshumanización generalizada en entidades que se las dan de sociales, denunciando públicamente la soberbia directiva, malas prácticas y mala gestión, cuando ha sido el caso (y, también, aplaudiendo cuando se han hecho las cosas bien, aunque para eso ya están los palmeros habituales).
Haciendo la colada del ALI, ¡lejía donde amarillea!
Lamentamos el resultado final del ALI de mote «En Caixa siempre se ha hecho así». UOB luchó para que las cosas no terminaran como se firmaron finalmente, y llamamos a las cosas por su nombre, en el momento que tocaba y ante quien tocaba. Los sindicatos del «siempre se ha hecho así» (¡no necesariamente mayoritarios!) hicieron el sueco. Bien a propósito, la empresa hizo un pack con todo, ERE y ALI, porque si no la transversalidad en este último (por él solo) hubiera peligrado. Y es que el ALI tiene un puñado de manchas que hoy hay que recordar y significar:
¡La adecuación salarial progresiva, y no lineal, a 5 años!
Ya lo hemos hablado otras veces y ahora no nos extenderemos. Somos una sola plantilla y todos tenemos los mismos retos y objetivos sin diferencias por origen. Entonces, ¿por qué tanta dilación (¡5 años!) y, sobre todo, ¿por qué la curva exponencial, en la adecuación? Según el Consejero Delegado, hemos atravesado un punto de inflexión, gracias a los tipos de interés, ¿y aun así debemos seguir anclados a la escala de 5 años? ¿Qué ocurrirá si viene otro ERE? ¿Habrá salidas de primera y de segunda? ¿Cómo te defenderán los sindicatos del «Siempre se ha hecho así»? (mayoritarios o no!) ¿Seguirán con la cantinela?
¡La NO clasificación de oficinas, teniendo las herramientas para hacerlo!
Cuando se abre una oficina de nueva planta, es normal tenerla un año en categoría de salida, a la espera de clasificación. Ahora bien, ¿es normal, una oficina de una entidad absorbida, que lleva décadas funcionando y atendiendo al público, y que tiene su negocio (no según los parámetros de la entidad absorbente, pero en cualquier caso fácilmente transportables), tenerla todo un año al pairo de clasificación? ¿Y más aún teniendo en cuenta que la fusión fue «por absorción» por ser la fórmula técnicamente idónea?
Y para terminar, y no extendernos en un memorial infinito de agravios por reparar, un tema poco conocido, pero muy significativo por lo que representa, si nos detenemos a pensar:
¡La puesta a CERO de la antigüedad a efectos del premio de fidelidad (25-35 años)! ¡Toma del frasco…!
El derecho procede del Convenio Colectivo y es una condición vigente en CaixaBank y desarrollada en forma de pagas. Pero los trabajadores integrados procedentes de Bankia están sujetos a una excepción que se puso en el ALI, bien aposta, para vetarles el acceso a este premio de fidelidad. ¿Estabas a punto de cumplir los 25 años de servicio? ¡Te los han sembrado de sal! ¿Estarás trabajando en CaixaBank (o entidad que la suceda) en el 2046 o el 2056? ¿No? ¡Pues te han levantado la camisa!
¿Había necesidad de realizar un recorte tal, a años vista, de importes que necesariamente deberían periodificarse contablemente, con relativo impacto, por tanto? ¿Quieren decir que haría tanto daño a la cuenta de resultados tener un detalle con trabajadores que han dedicado su vida laboral al mismo sector, en entidades que han desembocado en CaixaBank? Y los trabajadores, ¿no han aportado su experiencia pasada, después de la fusión, o han entrado con un reset de la memoria, capacidades y habilidades para hacer su trabajo? Según CaixaBank, y los «sindicatos-caixa» de entonces (ahora lo somos todos, ¡y más aún después de elecciones!) que no levantaron una ceja ante esta cuestión (ya nos lo consultaréis si queréis saber más detalles), ¡hay que pagar dos veces el período de prueba! ¡Qué escándalo!
Aunque nunca hayas cambiado de sector, aunque las fusiones no hayan sido culpa tuya, sino de los directivos y los sindicatos mayoritarios que asintieron a ellas viendo el pastel de la uniformidad que vendría por delante, ahora resulta que a efectos de FIDELIDAD A LA INSTITUCIÓN ¡los hay que somos EMPLEADOS DE NUEVA ENTRADA! Otro descuelgue del Convenio Colectivo en toda regla. ¿No decían los mayoritarios que no habría ninguno? ¡Pues llevamos un par!